Slava
El inefable arte de lo absurdo
Por: Rosa Esperanza Sánchez Gracia
Ciertamente que la noche es el gran escenario místico donde se recrean los sueños emergiendo de sus escondrijos, pero también es cierto que la risa ha sido una formula mágica para darle vida al alma y gozar de buena salud.
La luna brilla con mas intensidad que otras noches, afuera hace un frío de acero, el gélido clima de invierno no da tregua, pero nadie sabe que esta sorpresiva tormenta de nieve ha sido creada por alguien , alguien capaz de dirigir todas sus intenciones y emociones para crear un mundo totalmente fuera de todo orden y razón mediante el arte mas antiguo ” la risa ”, invadidos de magia, colores eclécticos así como magistrales sonidos envolventes que van desde una Carmina Burana a los Carros de Fuego de Vangelis, siempre acompañados de una eterna lluvia con copos de nieve y justamente es la nieve la principal protagonista quien comparte con el observador un indescriptible y silencioso dialogo con lo absurdo. Con esta mezcla de texturas y matices únicos, Slava Polunin se presenta como el mejor payaso del mundo y tal vez como el ultimo alquimista que aun insiste en descubrir la piedra filosofal.
Hay un concepto de los aborígenes americanos que dice: “Si alguna vez nos miramos a nosotros mismos en todas direcciones, podremos reírnos de la belleza de nuestra propia ridiculez”. Slava el payaso cumple este concepto al pie de la letra, podría decirse que es un radical libre expuesto a innumerables fuentes de energía que el manifiesta en un caleidoscopio admirable de colores y sonidos hasta la apoteósica expresión de las emociones humanas.
Si algo de nuestra propia soledad nos infunde alguna extraña fuerza creadora en Slava Polunin el payaso ruso , originario de un pueblito llamado Novosil cerca de Orel (Rusia), un pueblo agraciado y pintoresco pero de alguna manera asolado por la guerra y la pobreza del régimen ruso. La fragilidad de la decadencia humana se tradujo en la fuerza que vigoriza el espíritu y la mente, de esta fragua emergería Slava el ingeniero de sueños, el poeta de los gestos o quizás el excéntrico profeta de nuestro siglo anunciando por las calles que la niñez nunca se olvida. Hay una atemorizante imaginación en Slava, y digo atemorizante por que quienes creen que el arte esta sujeta a cosas impresionantes y llenas de sofisticación se han equivocado, ya que en este escenario casi revelado , donde la fantasía y el simbolismo de los sueños nos conduce a un espacio plenamente real con una sencillez casi pueril, lo mismo da que la luna sea de queso o una simple lámpara y que una tina se convierta en un enorme barco de vapor o que las bombas de jabón se transmuten en mariposas, incluso creer que unas enormes pelotas que ruedan a través de las estepas siberianas parezcan formidables bolas de nieve, elemento natural que realiza el encantamiento como primer acto y nos descubre que solo basta una mirada, un gesto, para recrearnos una visión de ensueño una explosión sutil de poesía, ludismo y payasadas. Desde la tristeza poética de Leonid Engivarov hasta el refinado silencio filosófico de Marcel Marceau, Slava es el arte inefable de lo absurdo. “Su nieve calienta los corazones”, reuniendo en su personalidad desgarbada la comicidad y lo humano, una autentica materia de los sueños.
Todo resulta de una ingenuidad sublime, por algo los versados se refirieron al performance de “Slava Show”, como la necesaria “expresión del idiotismo “. En la atmósfera no hay belicismos la guerra se hace en el escenario, sé bombardea con nieve de papel y los payasos artistas de la risa despliegan sus banderas blancas hacia la paz.
Al vislumbrar el acto final , no queda mas que preguntarnos como Neruda:
¿Dónde esta el niño que yo fui, sigue adentro de mí o se fue? ¿Por qué anduvimos tanto tiempo creciendo para separarnos?
Sitio oficial de Slava
